Sunday, February 25, 2018

Los celulares se han vuelto otra parte de nuestro cuerpo

Estoy impresionado que tanto se nos ha vuelto necesidad tener ese aparato electrónico en las manos o, por lo menos, en el bolsillo. Si no está ahí cerca de nosotros nos sentimos vacíos, incomunicados, temerosos; durante ese momento no estamos existiendo, no somos nadie, no tenemos identidad. La falta de tener el celular nos hace estar atrasados, estamos perdiendo información y hechos, el mundo está girando mientras nosotros nos quedamos quietos, varados.

Yo nunca me he considerado amante  de la tecnología, fluyo con ella, sé que es importante tener un celular tanto como es importante la billetera y las llaves. Incluso, yo empecé tarde en este mundo, cuando estaba en el grado 11 en el colegio ya todos disfrutaban de chatear mientras yo sólo tenía un celular para hacer y recibir llamadas. Tiempo después me uní a este mundo electrónico, chateaba, veía vídeos en Youtube, hacía mis tareas en linea y me entretenía; a pesar de esto siempre me agradó más el contacto físico con las personas, verlas de frente, salir. 

Esta semana estaba pensando en comprarme un celular nuevo, el que tenía (que es de gama humilde) ya estaba empezando a fallar. Sin embargo, estaba posponiendo la compra, ya que me daba pereza comprar un celular nuevo, no sabía cuál comprar, además el que tenía aún funcionaba y yo ya le conocía las mañas. Un día en el gimnasio fui tan de malas que le cayó una mancuerna encima al celular, quedó sirviendo para nada. 

Después del pesar y estrés que me dio por la situación, pensé: "aprovecharé para cumplir la tarea de yoga", la cual era desconectarse por días u horas de los dispositivos electrónicos. Me dije a mí mismo que estudiaría más francés, leería, saldría con amigos, iría al gimnasio y jugaría fútbol, pero yo buscaba mis tareas de francés en internet, tenía los libros y documentos descargados en el celular, para ver a mis amigos les tenía que escribir por Whatsapp, lo mismo para decirles que fuéramos al gym. Me quedé incomunicado y sin nada con que entretenerme, había logrado que todo lo que me gustaba o necesitaba lo tuviera a la mano en el celular.

Estuve el resto de la tarde bien ya que estaba en la universidad, pero me hizo falta el celular para la clase de francés y de currículo, ahí tenía las lecturas. En la noche vi televisión un rato, por último, a la hora de dormirme escuché la radio ya que estaba acostumbrado a dormirme tarde con el celular en las manos. Al siguiente día desde el computador tuve que meterme al Facebook para confirmar una salida con mis amigos. Ese mismo día tuve que comprar otro celular ya que había construido una necesidad de tenerlo, necesidad académica, personal y comunicativa. En el tengo muchas cosas que definen mi vida, en el estudio, leo, puedo comunicarme, saber que pasa en el mundo, etc. mi celular me evita tener que sacar libros, comprar el periódico, hacer llamadas, estar en el computador, escribir en cuaderno. No sé cómo considerar esto que escribiré, pero soy un dependiente al celular.


1 comment:

  1. Me parece muy interesante tu entrada, muy cierta la problemática que muestras ahí; a mi también me pasa lo mismo y creo que a muchos. Yo estudio japonés y buscar palabras que no conozco en un diccionario de papel puede llegar a ser más limitado y demorado; además que todos los días me comunico por ahí con mi familia. Me gusta mucho tu forma de redactar la situación y separas muy bien cada párrafo.

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